En este caso, nuestro estudio representó al fabricante de electrodomésticos y propuso a las instituciones financieras acreedoras de nuestro cliente una propuesta de refinanciación de sus pasivos bancarios. Esta propuesta de refinanciación estaba sustentada sobre las proyecciones económico-financieras que reflejaban los resultados de un plan de acción interno, en cuya ejecución se tuvo activa participación y que consistía en la drástica reducción de los gastos de estructura y el reordenamiento de actividades productivas y comerciales.

Luego de arduas negociaciones, las instituciones aceptaron la propuesta. Por otra parte, los mismos acreedores financieros nos designaron como integrantes de un "short list" de consultores para la posterior tarea de veeduría del acuerdo. Esto último se constituyó en una gratificante prueba de confianza en nuestro estudio, que finalmente resultó designado veedor (ver Página 8). La compañía canceló sus obligaciones con anticipación al vencimiento.

Se trató de idear una salida para la refinanciación de los pasivos de una empresa afectada por una fuerte caída de rentabilidad, que consumió por completo su capital de trabajo. Tras el análisis de las alternativas existentes, se definió con la dirección de la empresa el plan de acción global, cuyo resultado en términos financieros determinó la cuantía de los recursos frescos iniciales que debían inyectarse para recuperar niveles de operación aceptables.

La propuesta, que tuvo que realizarse bajo el paraguas otorgado por el concurso preventivo de acreedores, incluyó la suscripción por parte de los acreedores financieros sin garantía de acciones preferidas rescatables con utilidades líquidas y realizables a partir del décimo año de la homologación del acuerdo. Este plan de pagos le ha permitido a la empresa recuperar su capital de trabajo y operar en la actualidad con niveles de rentabilidad razonables.

El estudio tuvo a su cargo el planeamiento estratégico, diseño y negociación de la reestructuración del pasivo de más de u$S 60 millones de este grupo económico con más de 50 años de actuación en el mercado de productos electrodomésticos de la Argentina. Tras la realización de un exhaustivo diagnóstico de situación, el estudio lideró las negociaciones con las instituciones financieras, que se extendieron durante casi dos años. La aplicación de un adecuado esquema de ingeniería financiera, permitió arribar finalmente a un acuerdo satisfactorio para la compañía y para las 18 entidades financieras públicas y privadas acreedoras.

Diseñamos y negociamos la reestructuración voluntaria de la deuda de esta compañía líder en el mercado de electrodomésticos con ventas de más de u$s 350 millones anuales en la década del 90. El pasivo total de u$s 75 millones fue reestructurado en medio de la peor crisis económica sufrida por el país. Los acuerdos involucraron a las principales instituciones financieras del argentinas, así como a los más importantes productores de electrodomésticos.

Durante más de un año, lideramos el proceso de reestructuración de la deuda financiera de la empresa. Ante la nueva situación en el mercado bancario producida por la reciente crisis económica y la consiguiente dificultad de conformar un club de bancos, se negociaron propuestas individuales equivalentes con cada una de las entidades, llegando a acuerdos distintos con la totalidad de los acreedores. En definitiva, se refinanció la deuda a un plazo promedio del orden de 6 años y, como consecuencia de ello, la empresa puede destinar sus recursos en el corto plazo principalmente a aumentar la inversión en capital de trabajo para sostener su crecimiento.

En este caso, participamos en la liquidación de activos de una sociedad para cancelar la deuda financiera y comercial que poseía, mediante la utilización de un fideicomiso y la firma y homologación de un acuerdo preventivo extrajudicial.

Este novedoso método permitió a los accionistas evitar el concurso de acreedores y una muy probable quiebra posterior, mediante la cesión a un fideicomiso de ciertos activos propios, con la única finalidad de realizarlos y distribuir el producido entre los beneficiarios. Los principales acreedores comerciales y financieros aceptaron canjear su acreencia por certificados de participación del mencionado fideicomiso y, luego de la venta de la totalidad de los activos cedidos, lograron una importante mejora en el porcentaje de recuperación de su acreencia, que de otro modo hubieran perdido, considerando que sus créditos no contaban con garantía alguna.